5 jul 2011

Sin saber qué comer

La primera vez que pisé China pensé que por fin iba a quedarme como un figurín de esos que lucen palmito por las pasarelas de todo el mundo. Casi nada de lo que veía en los restaurantes y mercados chinos tenía forma ni color reconocible para mi asustada retina. Por no hablar de los olores. El escaso acceso a productos occidentales se perfiló como la oportunidad ideal para deshacerme de esos kilitos de más.

2 jul 2011

Mi EGM particular

Ahora que andan los medios pendientes de la cuenta de la vieja que es el EGM, he decidido hacer lo propio con mi Made in China. Con la salvedad de que yo me he ahorrado el proceso de pasar los datos por la sección de chapa y pintura, como hacen todos los directivos de los medios españoles para arrimar el ascua de la audiencia a su sardina mediática. El cocinado de los datos es tan elocuente que a veces roza lo obsceno. Al fin y al cabo, ellos se lo guisan y ellos se lo comen.