Prohibido reírse

Por todos es sabido que toses, estornudos y demás secrecciones del aparato respiratorio pueden ser contagiosas. Si esto es cierto, como ya ha sido demostrado científicamente, ¿por qué la risa no puede ser otro elemento portador de infecciones?

A falta del pertinente estudio de laboratorio, un grupo de científicos del Hospital Universitario de Singapur se ha puesto manos a la obra para intentar aportar algo de luz al asunto. Para ello, están utilizando un espejo gigante y cámaras de alta velocidad (250.000 imágenes por segundo) que permiten capturar milimétricamente y en tiempo real todas y cada una de las gotas de fluido que emitimos al reír.

Sorprendentemente, algunos de los resultados preliminares demuestran que existen indicios para creer que tanto la risa como los silbidos pueden ser culpables de la transmisión de virus a través del aire.

El proyecto también incluye el estudio de la velocidad y la distancia que los indeseables microbios viajan fuera de nuestro organismo, así como las posibles implicaciones infecciosas que puedan tener actividades como hablar, cantar, susurrar, roncar, silbar o llorar.

Hacer cumplir la ley Antitabaco es la máxima preocupación sanitaria de algunos países.

Sin embargo, en un país en el que tirar el chicle al suelo ya se castiga con multas de hasta 2.000 euros y trabajos sociales obligatorios para los reincidentes, quizá el próximo paso sea colocar el cartel de “Prohibido Reírse” en lugares públicos.