A ver quién la tiene más grande

Las acaloradas conversaciones que de vez en cuando mantengo con mi amigo Julián (no es su verdadero nombre, ¡faltaría más!) son de lo menos constructivas. El sigue en sus trece y yo en las mías.

Es decir, él insiste en que el futuro del periodismo pasa por internet y las redes sociales. Es un férreo defensor del periodismo ciudadano. En nuestras enganchadas dialécticas, él difiende la idea de que la Juani pasa a convertirse inmediatamente en periodista desde el mismo momento en que fue la única persona que vio caer por el hueco de la escalera al perro de la vecina del séptimo.

Para mí eso es un testigo presencial. Una fuente meramente testimonial, que tiene el valor que tiene. Nada más. Entre otras cosas, porque puede suceder que la Juani viera caer el perro, bien. Pero también puede suceder, como de hecho sucede, que el resto de detalles sean un mero producto de su imaginación. Y nosotros, los periodistas, nos tenemos que comer con patatas lo que la Juani dice que vio. A grandes rasgos, esto es el denominado periodismo ciudadano.

Julián también defiende que los comentarios de los lectores a las noticias de las páginas web de los medios de comunicación tienen un valor incalculable. Dado que Julián lleva ejerciendo la profesión más de 20 años, le voy a conceder el beneficio de la duda. Dice que estos comentarios sirven para averiguar lo que realmente le importa a los lectores. A la sazón, que cierta cantante colombiana se ha separado de su novio argentino y para más inri se ha liado con uno del Barça. Y dado que esta noticia es la que más interesa a los lectores, ¿qué debe hacer el medio de comunicación en sí? ¿subirla a portada? ¿dedicarle un especial? Por esa regla de tres, la inflación y IPC interanual jamás serían noticia. Julián, lo siento, seguimos enzarzados.

Basta echar un vistazo a dichos comentarios para darse cuenta de que, tras dos o tres tímidas entradas, la cosa empieza entrar en calor. Y va subiendo la temperatura hasta que ya nadie lee la noticia. Sólo se leen los comentarios y aquéllo acaba convirtiéndose en un diálogo de besugos cavernícolas entre el comentario almohadilla 15 y el anónimo 23, que se han enredado en una encarnizada lucha cuyo único objetivo es únicamente demostrar al resto del personal quién de los dos la tiene más grande. Nunca me he metido a leer comentarios a las noticias de Deportes. Francamente, creo que todavía no estoy preparada. Pues eso, periodismo ciudadano.

Habíamos quedado en que este blog iba de China. Prometo que el próximo hablaré de los chinos. O si no en el siguiente. O en el siguiente. Para eso somos libres, ¿no?